Valentía o cobardía.

Pasan cosas, a veces buenas y otras no tan buenas. Miras y  no sabes responder. Lo pasas mal cuando sabes las palabras exactas que decir y no puedes, no sabes como volver a abrir la boca. Estás tan paralizado que te haces el loco, como si no te ocurriese nada. Lo que temes es a la vez lo que quieres. Aquello que un día te mata otro te hace fuerte. Te vuelves valiente y sabes aprovechar las oportunidades. Intentas convertirte en lo mejor, en lo que siempre has admirado. Pero no, no eres así. Eres bajito, flacucho, blando, con pocas fuerzas, lo más débil que nadie ha visto nunca. La vida no se mide en como eres, sino en como te comportas frente a ella. La gente no te conoce por quien eres, sino por lo que has hecho. Te has dado cuenta de que todavía no has perdido, que solo faltan unos minutos para que pite el final. No quieres rendirte, pero necesitas descansar.

Tiempo.

A veces, la vida, es dura, muy dura. De repente, tienes todo. Eres feliz y todo te sale bien, pero decides cambiar un poco y pum... Ya no vas a ser igual. Tu vida va cambiar, tiene que dar un giro de ciento ochenta grados. Eso que tan feliz te hacia, debes dejarlo, para así poder tener algo que no te llena tanto como quisieras. No, todo no se acaba ahí, tienes que escapar de todo, huir de todo, olvidándote de lo que te ha salvado y dado la vida, de lo que ahora te ayuda a ser alguien. Ahora ves todo oscuro, negro, pero es normal, es de noche, todavía no ha amanecido. Esto es solo un parón, solo es tiempo, para que todo mejore y ese giro que has dado resulte ser el correcto, por que si hay algo de lo que no dudo, es de que todo saldrá bien, con tiempo. En el fondo todos necesitamos tiempo, tiempo para pensar, tiempo para escribir, para llorar, reír, jugar, o simplemente olvidar. Debes ir construyendo un castillo hecho de ladrillos y a tu manera. Tú eres el único que decide como lo quieres y si te equivocas y ese ladrillo que acabas de colocar no te gusta, no te preocupes, retíralo, y tómate tu tiempo para ponerlo a tu gusto, tienes todo el tiempo del mundo. Puedes volver a cometer el mismo error, o no. Haz tu plano perfecto y después corrige esos errores. Ese castillo puede ser cualquier cosa, como el amor. El amor necesita tiempo, mucho tiempo, demasiado tiempo, todo el tiempo de tu vida, pero al final siempre te va a devolver con creces todo lo invertido en él. Te ayudará a entender que todo en esta vida, necesita tiempo. Por suerte es algo que todavía tengo, tiempo. La vida es tiempo. Y cuanto más tiempo inviertas en hacer lo que te gusta más vida tendrás. Lo que si es seguro es que el tiempo no va a volver.