La mejor unión.

La primera vez piensas en como besa
y la última en que sabes que ya no regresa más.
Y mientras, ebrio más que sobrio
entre tanto insomnio.
Ya no te veré más con el corazón,
que el problema está en la cabeza
de debajo del pantalón.

Si hablamos de unión,
la de mis manos y tu camisón
tan solo jugando con la pasión
y cero devoción
por la mención de ese mamón
que tienes como "novio".

Y es que es obvio
que busque la mejor excitación
en la droga de tu cintura
y la blancura de tu piel.
No hay terapia si tu sigues tan cruel,
besándome con esos labios sabor miel.

Te cuesta mucho quitar el mantel de la mesa,
da igual,
súbete encima que yo te enseñaré como se besa por traviesa.
¿Qué la primera fue la que más te dolió?
 A mi por algo me llaman demonio
y deja que te lo demuestre en cuanto deje el folio
y entenderás que no son simples vocablos lo que menciono.

27 milenios.

Nunca tengo dudas si me miras a los ojos,
si así siento como me quitas los complejos.
Que si,
que hay días en los que he estado muy flojo,
pero sigo de tu mano aun estando medio cojo.

Quiero ser quien te cuide, quien te cure las heridas y
seque las lágrimas de tus mejillas, pero de risa,
no te confundas,
que las ganas y la prisa,
son malas compañeras.

Quiero que recuerdes,
que estoy yo si algo va mal,
que no todo siempre sale fatal.

Quiero que me escuches en mis sueños,
para que entiendas lo que te intento decir
que si en la distancia hay algo bueno
es que cuando te abrace no te voy a dejar ir.

Quiero no estar cuerdo
mientras te muerdo
en el cuello, como te gusta,
y poder formar mi mejor recuerdo,
de tu marca, quizás un poco injusta.

Lo único que quiero es
quererte a mi modo,
perdón si así estoy más cómodo.

Levantarme una mañana y coger el móvil.
"Buenos días", y tan buenos.
Mil despierta,
cien te quiero
y un joder te echo de menos.
Y aunque al despertar de mi sueño tú no estés aquí,

espero si hacen falta otros veintisiete milenios.