Prisas.

Pues poto, por las prisas. Por qué no quiero seguir perdiendo el tiempo, es lo único que solo tienes una vez, que luego no vuelve. Y ya he desperdiciado demasiado, está caro y no lo regalan. Que si por mi fuera salía ahí con todas las ganas y les demostraba a todos un montón de cosas. Que tu belleza vale el doble, tus mejillas cuentan por tres. Y tu sonrisa me deja KO.

Es un golpe directo. Esos hoyuelos en tus mejillas me tumban. Y ese brillo de después me deja a la mitad. Por eso, ya no miro si no es a través de tus ojos. Ya no siento si no es en tu piel. Y ya no beso si no consulto tu boca. Pero ya no éstas. Por eso tengo que esperar otros ojos curen y otra saliva cicatrice. Roma sigue en ruinas. Y yo acabo de ser destruido. Solo necesito tiempo, que al fin y al cabo, es lo único que me queda.

Hagamos un trato.

Dame tus mañanas, el permiso de residencia en tu cama, dame tus desayunos y permíteme cambiarlos por ti. Alimenta mis ganas con besos, hazme volar en tus aviones, llévame a tus nubes y dejémonos caer. Sé mis días, mis tardes, mis noches, pero sobre todo mis noches. Mis estrellas, mi universo, mis creencias, mis inquebrantables, mi caos, mi armonía y lo que te de la gana. Mi cosmos. Mi conjunto de locuras, de impensables, de imposibles. Respeta mis manías y añade unas cuantas más (como besarte cada viernes a las tres y treinta y tres). Despiértame cuando quieras, para lo que quieras, y no me dejes dormir demasiado, porque no quiero perder tiempo de verte. Cuídanos más que a nada.

Yo a cambio prometo darte todo lo que soy y todo lo que tengo. Te daré mis tardes en bicicleta, mis noches de no querer dormir, mis mañanas de hiperactividad y las de “no me saques de tus sábanas”. Te regalo sonrisas, mis besos en los malos momentos y en todos los demás. Te llevas mis idas de cabeza, mi torpeza, las ganas que le pongo a todo. La comida poco hecha o demasiado, con ingredientes olvidados, te llevas mis perdones y mis “hay palomitas, ¿cenamos?”. Prometo ser la mejor guerrera de toda la legión, luchar por ti hasta sangrar. Mis películas, mis sorpresas, mis ganas de bailar aunque lo haga fatal. Te llevas mi piano, mis escritos de madrugada, mis fotogramas, mis juegos, mis travesuras, mis susurros. Te prometo mis "te quiero" de verdad, mis besos en tu mejilla, mis manos frías en tu espalda. Todo, absolutamente todo.

Así que dime... ¿Hay trato?

Punto y final.

El ultimo día que fuimos, me acuerdo, solo nos miramos y nos quedamos en silencio sin saber bien que decir. Me acuerdo, no hubo roces, ni sentimientos, pero si un mar entre pupilas.

El último día que fuimos, no nos cogimos de la mano, sin buscar excusas. No supimos hacer nada. Volvimos separados para no vernos.

Duele saber que ahora hay que separarse por años, aun sin querer, por que a veces hay cosas que es mejor perder.

El ultimo día fuimos lo contrario a amigos, me dí cuenta de lo que el amor dice saber de ti. Me costó tanto levantar tu sonrisa que todavía me lo echo en cara.

Aquel día, fui de lo más pequeño que verás nunca y no miento cuando digo que te puedo olvidar en momentos determinados, pero aún eso duele.

Hermano.

Nada es para siempre y todo es para nada. Después de tanta alegría se que no ha sido en vano y que al final la vida me traería la perfección pero en forma de un hermano.  Sabía que todo el tiempo que invertía no sería simple palabrería.  Miento si digo que no me veo contigo de anciano,  pero siempre que te necesito acabas por darme la mano aunque no siempre sea lo más sano. Te mereces todo y lo mejor si eso es lo que has dado sin pensar en que te podrías quedar arruinado, siempre lo has hecho pese a no estar obligado.
No somos de sangre, distinto padre y otra madre, pero si de corazón ya que es muy grande el desmadre que has causado en mi vida.  Voy de tu mano hermano a donde sea, de tu brazo,  codo con codo al final, yo te cubro las espaldas cuando más lo necesites y pide lo que quieras que al final nos llegará. Es orgullo lo que siento cuando gracias a ti crezco y a veces siento que no eres como otros cientos. Esto es así y te lo cuento aquí, puede que no sepas lo que se siente, pero yo te lo explico. ¿Gracias a mi? Gracias a ti por apoyarme siempre. Admito que esto es como una herida pero con suerte nuestra vida puede no estar jodida.