Batería baja

¿Sabías que una persona media pasa mirando su móvil cerca de 4 años?

Un poco irónico, ¿no? Como esas pantallas táctiles nos hacen perder el tacto. Pero no es raro en un mundo lleno de iPads, iMacs, iPhones… Son tantas “i” de mío, tantas selfies y no suficientes “nosotros” o “nos”. La tecnología nos ha hecho más distantes y egoístas que nunca, porque mientras nos dice que nos conecta, la conexión no ha mejorado.

Y dejarme decirlo, Sr Zuckerberg, no quiero ser maleducado, pero debería reclasificar Facebook a lo que es: una Red Anti Social.

Porque aunque tengamos una gran lista de amigos, muchos no tenemos amigos de verdad. Estamos solos, porque las amistades están más rotas que nuestras propias pantallas. Nos sentamos con nuestros ordenadores a medir cuánto valemos de acuerdo a nuestros seguidores y al número de “Likes”. Ignoramos a los que nos aman de verdad, parece ser que preferimos escribir un post rabioso a hablar con alguien que nos abrace de verdad. ¿Te molesta?

Cuéntame que te parece, el otro día le dije a un amigo, veámonos cara a cara, me dijo “Genial, ¿a qué hora nos vemos en Skype?”. Le respondí con un ODM (oh dios mío), SRS (seriuslly) y después un montón de SMH (acrónimos de internet).  Y me di cuenta ¿qué pasa conmigo? ¿No tengo paciencia para hablar sin abreviaciones?
Esta es una generación de sobre estimulación de los medios, los chats se han reducido a fotos, las noticias son de 140 caracteres y los vídeos son de seis segundos a alta velocidad. ¿Y te preguntas por qué el DDA crece más rápido que el 4G LTE?

Pero… Escucha esto: estudios demuestran que el rango de atención del adulto promedio actual es un segundo más bajo que la de un pez dorado.

Pero si eres de esas pocas personas que no quieren hacer click o cerrar esta página, felicidades.

Déjenme terminar diciendo que sí tienen una opción, sí. Pero no es una que se pueda auto-corregir, debemos hacerlo nosotros mismos. Tomar el control o ser controlado, toma la decisión.

¿Yo? No quiero perder más momentos preciosos por estar grabándolos con el teléfono, simplemente voy a recordarlos. No voy a sacar más fotos de mis comidas, me las voy a comer. No quiero la nueva aplicación, el nuevo software, la nueva actualización. Y si quiero subir una foto vieja, ¿quién me obliga a esperar hasta el jueves? Estoy cansado de ser parte de este desfile de vanidad y de conformarme con esta aceptada locura digital.
Llámame loco, pero imagino un mundo en el que sonriamos cuando nos quede poca batería, porque eso significa que estaremos una barra más cerca de ser humanos.




No es una opinión personal, es una transcripción del vídeo que tenéis más abajo.