Vaya suerte la mía.

A veces creo que no tengo demasiada suerte con tenerte, pero si con haberte tenido.
Vaya suerte la mía
por no verte todos los días,
por tener que vivir en el infierno sin ti,
por no tener tus besos en este invierno
y no llevar tus te quieros tatuados en los versos.
Decían que era tu hombre y fui uno más,
y soy uno más, es normal,
nadie funde oro con cobre.

Quizás no vuelvas más a pasear por mis pupilas,
no te pido que lo hagas,
pero podríamos haber cambiado el estar enamorados, por enamorarnos de nosotros.
No voy a mentir, me hacías feliz y no lo seré de nuevo.


¿Por qué no me dejas?

¿Por qué no me dejas?
Si al final solo consigo tus lágrimas
recorriendo las mías
en la despedida fría de la esquina.
¿Por qué?

Que si nos queremos nada puede con nosotros,
pero no hay nosotros
si hay demasiadas horas en medio.
Déjame tú, por que yo no puedo hacerlo,
siento demasiado por ver tus pupilas,
y que tus manos se metan en mis bolsillos.
Sé que nunca me olvidarás,
yo haré lo imposible porque eso pase,
para que sientas el por qué
intento retratarte siempre entre cada verso.

Dime por qué no me dejas
si ya no te cojo con la misma fuerza,
ni levanto tu sonrisa hasta el cielo
porque es imposible que yo me levante.
Ya ni siquiera sé por que me paro a mirar nuestras fotos,
si de tanto verlas me las he aprendido de memoria.

Dime por qué no me dejas
si siempre soy yo el que llega tarde,
aunque quedemos en mi casa.
Me he muerto de ganas
de contártelo todo,
pero no se hablar
si cada vez que cojo el móvil es para ver tus "buenos días"
y cuando lo apago leo tus "buenas noches".
Irónico que nunca sean buenos porque nunca te tengo para desayunar.
Irónico que nunca sean buenas porque nunca tengo tus abrazos como manta.
Te voy a echar de menos, Dios lo sabe,
y el cabrón no baja a ayudar después de tantas menciones.

Dime por qué no me dejas,
si después de ti todo será amargo.
Me has cambiado,
de pies a cabeza,
y eso que siempre tuve la cabeza por las nubes.
Volvería a ser como antes si solo por ello
te volviese a tener.
¿Por qué no me dejas?
Si Madrid siempre te ha querido mejor que yo,
y ella solo te echará de menos
en Diciembre.

Perdóname si este lo siento sabe demasiado a te quiero,
pero no me sale de otra forma,
si solo me sales tú.
Dime por qué no me dejas
si siempre voy a estar en la misma esquina esperando,
a ver quién llega antes,
a sabiendas de que siempre eres tú.

Veinticuatro horas.

En un día puedes cambiar muchas cosas,
en tan solo una hora
o un minuto.
En un acción que decidas
puede cambiar cualquier cosa que pase.
Pues imagina la cantidad de cosas que pueden pasar
en tan solo veinticuatro horas,
que hagan que tu vida pueda dar un giro
de ciento ochenta grados,
a bien,
o mal.
Pasar por una calle, andar, rápido o directamente correr.
Quizás si fuese más despacio hubiese visto ese coche venir hacia mi,
o quizás si hubiese ido corriendo hubiese conseguido pasar sin ningún peligro.
Si me paso el día en casa puede que me pierda demasiadas cosas,
o consiga que no pasen otras.
Ser valiente o no.
Salir con la mentalidad de HOY VALGO YO,
o con la mentalidad de soy una hormiga en este día.
Puedes vivir las veinticuatro horas
o morir directamente viéndolas pasar.
Puedes salir de la prueba o quedarte a superarla.
Nadie se conoce,
yo tampoco me conozco,
desconfió tanto de mi...
Un chico tan frío
que no quiere salir nunca de la cama
y simplemente
por vivir veinticuatro horas
puedo aprender a apoyar las manos sobre el lodo.
Puedes hacer que algo cambie, o cambiarlo directamente.
Y eso se hace en veinticuatro horas,
dejando la puerta abierta, y los pies en el suelo.
Quizás tampoco haga falta más de un segundo.

"Amor en red".

Espero que me leas, 
por que ni Dios sabe lo que echo de menos tus mejillas 
sonriendo a todas horas por que soy el culpable. 
En cambio, tú fuiste tan rastrera por no quererme ver 
y no aprovechar mi piel. 
En cambio, yo siempre andaba descalzo en las curvas de tu piel, 
pisando cada charco entre tus lágrimas. 
Y la alfombra de tu cuarto es la única 
que sabe los besos que no nos dimos, 
sobre ella las caricias y juegos a todas horas, 
en tu espejo las imágenes más perfectas jamás reflejadas. 
Nos llamaban cansos, por cada discusión, 
por reír a todas horas hasta llorar, 
por llorar a todas horas y no saber reír, 
por querer aprender a volar lejos de lo que ellos llamaban normalidad. 
Creímos que no habría un final, y míranos, 
contando mil historias pero nunca la nuestra. 

Empezamos con tres pasos y un salto,
hacia el mayor precipicio, 
sabiendo la caída,
pero no dolería 
si era a tu lado. 
Nunca dejaré de pensar si hice mal o peor, 
siendo sincero no sale bien. 

Cansado de esperar y de esperarte, 
de pensar pero no de pensarte, 
de desear leer tu nombre cuando suene mi móvil. 
Pero es que en cada rincón de tus labios hay algo prohibido 
y al ser prohibido 
las ganas de pecar aumentan 
y aunque no sea favorable prefiero hacerme el loco 
y quedarme mirando cada recuerdo 
y si nunca te dije la verdad fue para no mentirme. 
En cada reflejo de tus ojos había algo prohibido 
y ya sabes, lo prohibido sabe a poco si observas desde lejos. 
Tenía la mala costumbre de tenerte en frente y abrazarte, 
la mala costumbre de tener la sonrisa a medio hacer. 
Tenía la mala costumbre de pensar en un por ti y por mi, 
y no en un por nosotros. 
Tenía la mala costumbre de llamarlo "manías". 
Tenía la mala costumbre de acompañarte 
y tú la manía de decir que no hacía falta. 
Tenía la mala costumbre de creer que eras una princesa 
y tú la manía de que yo era real.
 La mala costumbre de quitarme la camiseta 
y la manía de contar mis lunares. 
La manía de arder 
y las ganas de quemar, en pleno invierno. 

Te dije que cuando fuese más fuerte, volvería a por ti, 
pero ya no hay a donde ir, ni ningún cable que nos separe, 
aunque sigue habiendo un "amor en red" 
que nos sigue dando las mismas ganas de fundir nuestra piel, 
de volver a contar mis lunares, 
de aprovechar lo prohibido 
y leer aquellos versos que un día escribí en tu pecho, "juntos somos invencibles".  
Pero por favor, "si no vas a decirme te quiero, no me vuelvas a hablar".