"Amor en red".

Espero que me leas, 
por que ni Dios sabe lo que echo de menos tus mejillas 
sonriendo a todas horas por que soy el culpable. 
En cambio, tú fuiste tan rastrera por no quererme ver 
y no aprovechar mi piel. 
En cambio, yo siempre andaba descalzo en las curvas de tu piel, 
pisando cada charco entre tus lágrimas. 
Y la alfombra de tu cuarto es la única 
que sabe los besos que no nos dimos, 
sobre ella las caricias y juegos a todas horas, 
en tu espejo las imágenes más perfectas jamás reflejadas. 
Nos llamaban cansos, por cada discusión, 
por reír a todas horas hasta llorar, 
por llorar a todas horas y no saber reír, 
por querer aprender a volar lejos de lo que ellos llamaban normalidad. 
Creímos que no habría un final, y míranos, 
contando mil historias pero nunca la nuestra. 

Empezamos con tres pasos y un salto,
hacia el mayor precipicio, 
sabiendo la caída,
pero no dolería 
si era a tu lado. 
Nunca dejaré de pensar si hice mal o peor, 
siendo sincero no sale bien. 

Cansado de esperar y de esperarte, 
de pensar pero no de pensarte, 
de desear leer tu nombre cuando suene mi móvil. 
Pero es que en cada rincón de tus labios hay algo prohibido 
y al ser prohibido 
las ganas de pecar aumentan 
y aunque no sea favorable prefiero hacerme el loco 
y quedarme mirando cada recuerdo 
y si nunca te dije la verdad fue para no mentirme. 
En cada reflejo de tus ojos había algo prohibido 
y ya sabes, lo prohibido sabe a poco si observas desde lejos. 
Tenía la mala costumbre de tenerte en frente y abrazarte, 
la mala costumbre de tener la sonrisa a medio hacer. 
Tenía la mala costumbre de pensar en un por ti y por mi, 
y no en un por nosotros. 
Tenía la mala costumbre de llamarlo "manías". 
Tenía la mala costumbre de acompañarte 
y tú la manía de decir que no hacía falta. 
Tenía la mala costumbre de creer que eras una princesa 
y tú la manía de que yo era real.
 La mala costumbre de quitarme la camiseta 
y la manía de contar mis lunares. 
La manía de arder 
y las ganas de quemar, en pleno invierno. 

Te dije que cuando fuese más fuerte, volvería a por ti, 
pero ya no hay a donde ir, ni ningún cable que nos separe, 
aunque sigue habiendo un "amor en red" 
que nos sigue dando las mismas ganas de fundir nuestra piel, 
de volver a contar mis lunares, 
de aprovechar lo prohibido 
y leer aquellos versos que un día escribí en tu pecho, "juntos somos invencibles".  
Pero por favor, "si no vas a decirme te quiero, no me vuelvas a hablar".

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