Menudo terremoto

Volaron hasta los miedos
mientras vivíamos en tu sofá.

Haciéndolo guarro
dejamos el cielo a ras del suelo.

Mientras te hablaba del amor que no me tengo
tú le declarabas la guerra al calor.

Tus cigarros siempre sabían a poco,
puto sofoco.

Encendiste la estufa,
sabiendo que iba a perderla si te ponías ese tanga.

Y desde entonces sé que el mejor superhéroe
no tiene superpoderes.

Culpables.

Por tu culpa desde hace semanas ya no rindo en el trabajo.
Por tu culpa necesito echarme la siesta, ya no aguanto tanto despierto.
Por tu culpa ya no me hace falta quererme.

Por tu culpa mi viejo coche me pide guerra.
Mi cuenta de ahorros ha dejado de ser de ahorros.
El gato me echa de menos.
Y mis amigos ya no se preocupan por mi.

Por tu culpa ya no me hago el amor.
Ya no creo en la suerte, pero sí en mi mismo.
He vuelto a sentir nervios, y no los confundo con mi ansiedad.

Por tu culpa creo que te echo la culpa de todo.
Y quizás la culpa sea que ahora tenga ganas de vivir un poco más.