Entre broma y broma: un te quiero asoma.

A veces usamos las bromas para poder mentir. Otras simplemente para asomar verdades.

Las usamos cuando nos hemos equivocado, o para enamorar a alguien.
Hacemos el ridículo con ellas, o nos salimos del plano. 

A veces, suenan a un abrazo, pero sin peros. Aunque no siempre sean de verdad.
E incluso tratamos de romper el hielo cuando ni si quiera hace frío.
Porque simplemente nos encanta escuchar orgasmos llenos de risas. 

Que duela tanto el pecho que parezca preocupante.
O que tan solo nos haga mirar a los ojos para entender que también significan te quiero.

Lo que está claro es que necesitamos bromas en nuestras vidas, si así sacamos nuestra mejor versión de nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario