Ciego y borracho

Te doy lo que quieras,
desde besos y caricias tímidas por tu espalda,
hasta suerte, peli y mantas.
Y si te dejas amor, te hago lo que haga falta.

Me derrito por tu piel
y si llego a tu cintura ya no aguanto
y me deshago entre tanta suavidad.
Que desde que empecé a escribir
intento retratar tu cuerpo
en cada verso,
pero no sabes lo difícil que es,
porque ni la mismísima poesía
podría llegar a entender jamás
esta forma de querer.

Algunas veces
quererte se hace tan grande,
que asusta,
pero ya no le temo al miedo
y apuesto,
ciego y borracho,
que mi vida está en estas líneas,
y en tus dedos,
porque detrás de cada "te quiero" tuyo
con los pulgares,
hay un "te echo de menos"
en la boca del estómago.

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