Lo siento, otra vez.

Dolor. Rencor. Ira. Odio. Resentimiento. Rabia. Estás cabreado. No has podido hacer nada. No es tu culpa, pero, has fallado. Le has vuelto a fallar, no querías pero lo has hecho. Estar derrumbado es inevitable. Solo querías una cosa, una simple cosa, que no has podido conseguir. Has pensado en ello todo el rato, desde que pasó no has hecho otra cosa. Has querido darlo todo, pero no ha sido suficiente. Necesitabas más. Necesitabas esa chispa que otros tienen, esa vida que otros te habían dado. Lo intentaste y aunque no saliese bien, ya es tarde. Miras hacia delante, pensando todavía en él. No sabes cómo lo harás, pero no te vas a dar por vencido hasta conseguirlo. Todos y cada uno de ellos han ido por y para él, lo sabe, lo sabes. No temas si no lo consigues, esto es como una bolsa de chucherías en la que el premio solo toca a veces. Otra vez será. Otra vez tendrás esas fuerzas y ganas, y ahí se lo dirás.

Es increíble como una cosa entre todas las que has pasado puede cambiarte tu estado de ánimo en tan solo unos segundos. Si no hubieses tenido esa oportunidad, lo más seguro es que no estarías así. Pero ha pasado y eso es lo que duele. Dicen que el pasado no se puede cambiar, pero que el futuro está en tus manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario