No te despiertes.

Pues si te digo la verdad
a mi me encanta el final,
de tu espalda.
Y el principio,
de tu pecho.
Quedarme en el medio
de tus piernas.
Pero estar siempre
entre tus dedos
es lo que me hace sentir diferente.

No voy a mentir,
me muero por hacerte entera.
Pero para eso
primero quiero deshacerte
desde el final de un comienzo
hasta el principio
de una despedida,
dejarte rota
y desnuda completamente.
Para poder salvarte
y llevarte a la cama.
No pienses que quiero acostarme,
solo quiero mirarte
mientras duermes.
Retirarte el pelo de la cara.
Y arroparte,
para que tu mejores pecados
queden tapados
y ni el mismísimo diablo
quiera llevarte con él.

Y no te despiertes,
por favor,
déjame mirarte
un rato más.
Que quiero hacer poesía
por los lunares de tu espalda
y compararla con la noche
y su luna.
Porque apuesto que si alguien te viese
con estos ojos,
la dejaría por una noche 
para irse contigo,
 a donde sea. 

Si me preguntas a donde 
quiero ir yo contigo,
 no lo sé, 
no importa el paradero 
si siempre acabamos igual. 
A estas alturas no puedo demostrarte más, 
tengo lo justo
y no lo necesario 
para hacerte reír, 
quizás si me meto en la cama contigo
lo consiga, 
pero no voy a planear nada, 
soy más de improvisar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario