Cadena perpetua.

Las gracias para los curas.
Y para mi tus besos,
tus caricias,
cosquillas y pellizcos.

Para mi tus "ya he llegado".
Tus "se me ha escapado el bus".
Tus "tengo ganas de verte".
Tus "te necesito, como almohada"
Tu pelo incordiando cada beso.
Tus dedos por mi cintura.
Tu cuello por mis labios.
Tus ganas por mi mente.
Tus "idiota" por mi teléfono.
O tus "mañana te veo".
Tú para mi.

Y yo para tus mejillas.
Para mi tus sonrisas,
cuando me encanta ser el culpable.
Encierrame en tus caderas, 
que no quiero ver la luz del sol,
quiero cumplir la condena 
en tu piel, 
con olor a vainilla.
Si puede ser, 
que la condena sea
cadena perpetua.

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