Lejos de ti.

Quiero pedirte perdón por querer ser para ti, mientras tú ahora seguro que ni te acuerdas de mi. No voy a mentirte, eras ese algo que falta cuando estoy fuera de aquí. No sé que tenías, que ha pasado, para que me sienta así, es como si de repente fuese un gran adicto a ti. No nos vemos, ni hablamos, me has hecho daño, pero aún existes. A pesar de que un mal día te conocí y nos quisimos, noto que ya no me miras a los ojos como antes, como si no conocieras que hay tras esta mirada, como si desconocieras a quien tienes delante. 

Va contra todo el quererte. No te mereces mi tiempo, ni mis palabras. Lo más sencillo sería dejarlo pasar, pero te juro que duele al pensar. No me acostumbre a besar otros labios de verdad, buscaba los tuyos cada día entre otras tías y 

me cansé. No quiero huir como siempre, cual cobarde, pero no te pido que vengas, tampoco quiero. Ya no necesito besarte, y aunque fue una estupidez prometí olvidarte y no enamorarte otra vez. He llevado mucho tiempo andando detrás tuya amiga mía, me comporté como un niño, dije tonterías. No debiste gustarme, no debería escribirte. Quisiera odiarte tanto como te amé, te lo juro. No debería pensarte, nunca debiste mirarme, porque no olvidaré nunca tu mirada, lo aseguro. 

No volveré a ser aquel que una vez te falló y te dejó cicatriz en la piel. No seré nunca más quien odiaste a morir. Nunca más trataré de cuidarte y hacerte feliz, trataré de olvidarte. Gracias a ti, por ayudarme a odiarte.