Botones

Botones, vivimos rodeados de ellos, hacen nuestra vida más fácil. Algunos nos ayudan a cocinar, otros a dormir mejor, a sentir cerca a los que están lejos, a escoger, a guardar secretos, a subir, bajar, unir. ¿Pero todos los botones son iguales? No, no, yo conozco unos desde pequeño que son especiales. No me atrevo a decir que mágicos, pero si no lo son poco les falta. Me animan cuando estoy triste, me hacen reír, llorar, y aprender cosas que los mayores nunca sabrán. Desde mi cuarto he volado, he conducido coches alucinantes, he encontrado tesoros y hasta he viajado más allá de las estrellas. Me apenan los que no saben apreciarlos como yo aprecio cualquier libro de Dickens, aquellos que los critican y que piensan que por ser diferente están por debajo de la literatura, el cine o la música. Y si opinan así solo puede ser por dos motivos, porque nunca han viajado donde yo he estado o por que tienen miedo. Y entre el miedo y ellos solo existe un botón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario