No te pierdas

Piensas en todo lo que ha pasado y queda por pasar. Miras al suelo, recuerdas. Te entristeces y lloras. Te preguntas por qué no te preparaste para ello. Sientes miedo, te atascas y no sabes que hacer. Quieres salir de allí, pero no sabes como, hay muchas formas y ninguna la correcta. Alzas la cabeza y ves que tienes algo, que no estás solo y te llenas de valor y das un paso hacia delante. Pero has ido rápido, te tropiezas y coges miedo a seguir. Piensas que volverás a tropezarte, que no sirve de nada si no sabes hacia donde vas. Suspiras tras la caída y te arrepientes de haber creído que podrías conseguirlo. Ahora te paras ha pensar en si de verdad quieres seguir, si te va a hacer realmente feliz, si vale la pena luchar por conseguirlo.

Cierras los ojos e imaginas como serías allí delante, a tan solo unos pocos metros de donde estás. Te vistes, esta vez con protecciones por que esperas una nueva caída, pero no te atreves hasta estar convencido por completo. En vez de dudar, pisas fuerte mientras cierras los ojos y coges carrerilla para saltar ese bordillo con el que te tropezaste, pero no lo sobrepasas, te quedas junto a él y ahora si, te vuelve a entrar miedo, dudas de si hacerlo, pero has llegado hasta ahí por algo y no quieres echarlo todo a perder. Te agarras a alguien que sí lo ha pasado y lo logras, has pasado tu barrera.

Ahora miras atrás y piensas en lo fácil que era salir del atasco que tú mismo habías generado. Pero no acaba aquí, sigues sin ser feliz. Has hecho el camino corto y fácil, falta el largo y correcto, el realmente difícil, echar a correr hacia delante sin miedos, sin pausas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario