¿Algo merece la pena?

Miedo. Temor. Furor. Esa sensación de ira que te atrapa, se apodera de todo y cada uno de tus pensamientos. Te ciega. Lleno de rencor quieres evadirte, salir corriendo. Quemar esas ganas, esa hiperactividad es en lo único que te centras. Piensas y miras a tu alrededor. No hay nada, estás solo ante el vacío. Esa lucha se intensifica. Comienzas a ignorar. Dejas de hacer caso a la gente, a la lluvia, incluso al viento. Te sientes completamente desnudo. La cólera aumenta progresivamente. Intentas despejarte, comes, gritas, lloras, echas a correr, pero cada vez es mayor. Te hieres, dejas de lado todo lo conseguido. Te rompes, y tu piel irritada por los golpes llora. En un par de horas toda tu vida se ha desmoronado sin motivo alguno. Pero ya no hay vuelta atrás, solo queda una opción fatídica.

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